Said Jedidi es embajador de la paz por el Circulo Universal de Embajadores de la paz (Suiza-Francia) periodista y escritor
La retirada en razón de la presencia de la entidad fantoche de Argelia “RASD” concierne también a Arabia saudita, Emiratos árabes unidos, Bahréin, Qatar, el Sultanato de Oman, Jordania, el Yemen y Somalia.
“Todos estos países apoyan la posición marroquí clara y conforme a los principios del derecho internacional, a su frente, el respeto de la soberanía de los países y su integridad territorial”, explica un comunicado del Ministerio marroquí de exteriores y de Cooperación, citado por “TelQuel”.
Argelia sabía que no podía “colarse” por allí. Sin embargo lo ha intentando y seguirá intentándolo. Ya, hace días que su primer ministro, en vísperas de un viaje a Arabia saudita cuyos dirigentes quería engañar, ha creído poder hacer el listillo evocando “hermandad y solución de problemas pendientes con Marruecos”. Lo mismo con el mensaje del presidente Abdelaziz Bouteflika o de quien se le ha escrito en su nombre.
¡Toma solución!
Argelia no parará. Ahora los países del Golfo y otros han preguntado por la posición geográfica de la intrusa “RASD”, respondiéndoles en Argelia. ¿De qué pueden hablar países soberanos con milicias en campamentos de refugiados, según unos, de secuestrados según otros?
En todo caso, los marroquíes liberamos nuestro Sahara con nuestra unidad, nuestra solidaridad, nuestro derecho, nuestra cohesión y nuestra simbiosis entre el trono y el pueblo.
Es la única manera para desbaratar las maniobras de los envidiosos argelinos.
Para ello debemos trascender nuestras diferencias, nuestras divergencias y nuestras discrepancias de todo orden y hablar como un solo hombre como lo hicimos para hacer fracasar las maniobras dilatorias de los enemigos de nuestra integridad territorial en 1975.
Comencemos por mostrar más sentido común, facilitando la tarea al hombre que el soberano encargó de formar un gobierno porque, en estas nerviosas circunstancias y las futuras necesitamos gobierno y fuerte.